Cómo funciona la música – Un libro de David Byrne.

como funciona la música

Editorial: Reservoir Books

Año: 2014

«No importa si algo le pasó realmente o no al compositor, o a la persona que interpreta la canción. Al contrario, es la música y la letra lo que despierta emociones en nuestro interior, y no al revés. No hacemos la música, nos hace ella a nosotros. Lo cual es quizá la razón de todo este libro.»

La naturaleza caótica de algunas de las mejores melodías de Talking Heads, o de David Byrne en solitario, también condiciona el espíritu libre de estas disfrutables, y a nuestro juicio demasiado exiguas, memorias, emparedadas entre el ensayo y la reflexión. O, visto de otro modo, una más que bien aprovechada oportunidad de defraudar y no hacer el libro que todo el mundo esperaba (como el propio David Byrne se encarga de reconocer en los Agradecimientos.)

A su manera, Byrne arranca el libro con un terremoto, relegando a un segundo plano el romanticismo que uno presupone en el proceso creativo del artista, dando más importancia a la necesidad que tiene el músico de adaptarse al medio, el local o el auditorio, del que disponga en cualquier caso. Este condicionante habilita o deshabilita, por tanto, las fronteras de la música con el entorno (siempre nos quedará África). Más adelante llegará la música grabada y con ella la ilusión de imitarla en directo, desatándose un nuevo terremoto.

La percepción Byrne del proceso creativo deja paso a la biografía musical desde el ritmo, la energía y un puntito de chifladura. Por otro lado, también está la búsqueda del tono y la melodía, pero no solo eso. La puesta en escena, con el consiguiente desquicie entre lo frívolo y lo sincero; y la actitud que hay que tomar para interpretar los temas en directo (incluyendo las ropas y el baile). Repleto de sugestivas pinceladas, el relato de los inicios de Talking Heads, ya dijimos, se nos antoja breve (claro, daría para un solo libro). Al igual que sucede con las intrépidas aventuras junto a Brian Eno, como inteligente perturbación al margen de la banda; o las motivaciones latinas de Byrne en la etapa en solitario. El deleite del escritor frente a su alter ego musical pretende abrazar el desapego en la narración, sobre todo en el tramo final, cuando entran en escena la farragosa industria y las teorías sobre el origen y la utilidad de la música. Forzado recurso que queda en evidencia después de casi 300 páginas de indisimulada pasión: la del cantante por su oficio.

El repaso por los distintos formatos de las grabaciones, desde la cera y la pizarra hasta los ceros y los unos, forja una determinada personalidad, llena de paradojas y contrariedades, en el acabado de las canciones, dependiendo una vez más, del recipiente en el que éstas sean escuchadas, salvo en el caso de los CD’s, quizá: «Corrieron rumores de que la duración del CD estaba determinada por la Novena Sinfonía de Beethoven, porque está era la pieza musical favorita de Norio Ohga, entonces presidente de Sony

El fin de la ingenuidad con el descubrimiento de que la comercialización es la que dirige nuestras apetencias. La consiguiente didáctica de los modelos de distribución y el liberador país del amateurismo. La relación amor/odio con el hip-hop. El mensaje positivo a pesar de la baja calidad de las grabaciones actuales y el «todo gratis». La certera predisposición a tocar como jugar (to play) y las pistas para rediseñar los planes de estudios de la asignatura de música. Las ideas enmarañadas y sus conjeturas que enriquecen el dilema del lector y las del propio Byrne. Promover la creatividad (¡menuda palabra!) y el trabajo en equipo. Descifrar la clave del universo con la ayuda de la armonía de las esferas (tendrán que leer el libro o a Pitágoras para saber de qué les hablo)… Multitud de referencias que se canalizan entre el caos y la certidumbre gracias al fuerte influjo de las palabras. Palabras que se leen con el vaivén propio de las canciones de David Byrne.

Pd: Después de los agradecimientos, Byrne ordena las fuentes de las que salen las citas utilizadas a lo largo del libro. Además, añade un apéndice con lecturas recomendadas y otro con una soberana y dispar selección de canciones y discos. Os dejamos con «casi» todas las canciones que David Byrne menciona en este apéndice.

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