Las canciones que más hemos disfrutado este año.
De nuevo sin orden ni concierto.
Para perderse entre la diversidad de más de 10 horas de música.
Una lista que seguirá viva mientras sigamos escuchando.
Hijos ilegítimos de Ritmo y Blues. Acunados entre melodías, guitarrazos y estribillos. Con el oscuro objetivo de mycrosurcar decibelios contigo.